domingo, 8 de marzo de 2009

CAPITULO XII

Luego estaba con Vicente, estaba en una posición, me recomendaba todo lo que había que hacer.
- No pienses en nada.- Me dijo.
Yo respiraba profundo.
Veía muchas cosas.
- No pienses en ti, siente la energía.
Respiraba.
- Sigue.- Me decía.
Yo seguía.
- Esa es la vida amigo, conoces.
Me decía mucho.
- Siente todo.
Me estaba sintiendo elevado.
- Es el momento para todo.
Era un chamán.
Y seguía.

Al día siguiente, estaba en una plaza. Fumándome un porro, en la Plaza la Castellana, medio encaletado por los pacos, cuando me llega un hombre barbudo, estaba medio sucio, me asustó.
- Miguel, no te reconocí.- Le dije.
- José. Qué gusto verte.- Me dijo.
- Claro vale. ¿Qué has hecho por allí?
- Nada nuevo. ¿Sigues tocando?
Asentí.
- Tenemos uno menos pero bueno.
- Yo tambien ando.
- ¿Por qué no te unes a nosotros? Te invito.
- Puede ser.
- Dale, te va a gustar.
- Yo sé.
- Ensaya con nosotros.
- ¿Cuándo ensayan?
Le dije. Miguel se quedó pensativo, estaba en un aspecto sucio, nunca lo había visto así. Estaba raro.
Lo miraba.
- ¿Cómo te portas?-Pregunté.
- Igual.- Me dijo.
Me reí.

Al día siguiente voy a controlar donde un hombre que se llama Daniel.
- Epale Daniel. ¿Qué me cuentas?
- Eres una bruja.- Me dijo.- Qué bolas, botaste a Rafael.
- No lo boté.
- Claro que sí, él me dijo.
Estaba que me miraba.
Llegó otro hombre, Francisco.
- Tu banda va a decaer, vas a ver, Rafael era el líder de la banda.
No entendía.
- Es la verdad.- Me dijo Daniel.
Francisco me miraba.
- Botaste al pana. Pero jódete, no vas a tener vida.
Francisco no decía nada pero me miraba.
- Deberías pirar.- Me dijo Francisco.
- Sí.-Dijo Daniel.
Francisco seguía mirando.
- Lárgate.- Dijo Daniel.

En el momento del ensayo llegó Miguel, allí estaban mis integrantes, Charlie, Felipe y
- Podemos empezar cuando quieras.- Dijo Miguel.
Empezamos, luego del toque.
- Quédate.- Dijo Felipe.
- Puedo hacerlo.- Dijo Miguel.
- Eres mejor que Rafael.
- Bicho, ese bicho es un ególatra.
- Ya yo estoy harto de ese carajo.
Miguel miraba.
- Ya nos ha metido en peos.
- Te lo creo.
- Es un peo andar con él.
- Yo he andado.
- Lo queremos sacar.
- Sácalo.
- Eres bienvenido.
- De acuerdo.
- Es así.
- Quiero seguir con esto.
Luego sacan una bolsa de coca Felipe y Miguel.
- Sírvela.
-: Así lo haré, no te preocupes.
- Dale.
Al día siguiente noté que se desaparecieron muchas cosas, dinero, que al parecer era Miguel.

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