Al día siguiente Rafael me llama para ensayar, voy motivado, luego de que me pidió disculpas por la demora. Cuando llego a su casa, me lo encuentro saliendo.
- ¿No me llamaste pues?
- Ya va pana.- Estaba hablando por su celular.- Dale, yo te las llevo pero regálame algo coño...Sí está bien...No creo.-Colgó.- ¿Qué pasó José?
- ¿Por qué te pierdes? ¿Qué haces andando con Andrés y esa gente? Mira en lo que andas hermano.
- Sí bueno es verdad.
- ¿En qué andas? Ayer llego y tú fumando piedra con esos bichos.
- Me la regalaron pues.
- Te estás volviendo loco. Seguro vas a ésa.
- Yo la dejo tranquilo.
jueves, 9 de octubre de 2008
CAPITULO IV
Luego se esperar a Rafael me fui. Rafael no podía ser tan vicioso. Me voy a una panadería y me como un cachito.
Yo pensaba y pensaba. Llega alguien y me dice algo.
- No gracias.- Dije.
Me dio mucha rabia lo que hizo, era un desconsiderado, y cuando lo agarra la piedra, es un problema. Rafael es un hombre talentoso. Y yo lo aprecio, lo conozco desde que éramos niños, jugábamos mucho. Y tocábamos también. Pero últimamente ya me estaba poniendo bravo con él. Ya la gente del grupo también se estaba hartando.
Pero bueno, mis amigos son mis amigos con todos los defectos.
Tengo amigos de todo tipo, y algunos hasta viciosos. A mí solo me gusta la ganya, ellos se dan con el perico, piedra, hasta H. Pero yo solo con la ganya, he comido hongos pero mas nada. Ni tomo, una cerveza me pone de mal humor y muchas me convierto en una piltrafa. Odio los cigarrillos. No tengo una religión, solo creo que debemos evitar pensar en nosotros mismos, mas bien creo que por eso la gente sufre mucho. Es la miseria humana de todos, el ego.
Tampoco soy una persona rumbera, si no con mis amigos.
En la tarde, me voy a la Boyera con un tambor a tocar yo solo, había gente pasando y me veían, solía hacerlo, y hasta la gente bailaba.
A la gente le gustaba lo que hacía.
Si no estaba tocando estaba surfeando, era la vida mía.
No esperaba dinero, solo me gustaba transmitir mi feeling con la música.
En el círculo donde uno se maneja era difícil confiar en el entorno. Mucha gente falsa.
Pero ya Rafael me estaba sacando la piedra. No sabía que hacer.
Ya dejaré de hablar tanto de todo. Solo quiero mas música.
La gran música para todo el mundo.
La música del amor a la tierra.
La música del amor a la vida.
La música del amor a todo los que nos rodea.
Yo pensaba y pensaba. Llega alguien y me dice algo.
- No gracias.- Dije.
Me dio mucha rabia lo que hizo, era un desconsiderado, y cuando lo agarra la piedra, es un problema. Rafael es un hombre talentoso. Y yo lo aprecio, lo conozco desde que éramos niños, jugábamos mucho. Y tocábamos también. Pero últimamente ya me estaba poniendo bravo con él. Ya la gente del grupo también se estaba hartando.
Pero bueno, mis amigos son mis amigos con todos los defectos.
Tengo amigos de todo tipo, y algunos hasta viciosos. A mí solo me gusta la ganya, ellos se dan con el perico, piedra, hasta H. Pero yo solo con la ganya, he comido hongos pero mas nada. Ni tomo, una cerveza me pone de mal humor y muchas me convierto en una piltrafa. Odio los cigarrillos. No tengo una religión, solo creo que debemos evitar pensar en nosotros mismos, mas bien creo que por eso la gente sufre mucho. Es la miseria humana de todos, el ego.
Tampoco soy una persona rumbera, si no con mis amigos.
En la tarde, me voy a la Boyera con un tambor a tocar yo solo, había gente pasando y me veían, solía hacerlo, y hasta la gente bailaba.
A la gente le gustaba lo que hacía.
Si no estaba tocando estaba surfeando, era la vida mía.
No esperaba dinero, solo me gustaba transmitir mi feeling con la música.
En el círculo donde uno se maneja era difícil confiar en el entorno. Mucha gente falsa.
Pero ya Rafael me estaba sacando la piedra. No sabía que hacer.
Ya dejaré de hablar tanto de todo. Solo quiero mas música.
La gran música para todo el mundo.
La música del amor a la tierra.
La música del amor a la vida.
La música del amor a todo los que nos rodea.
CAPITULO III
Voy caminando por el Cafetal, Rafael me dijo que lo esperara en un sitio para ensayar, que lo fuera a buscar a una casa, era creo que la casa de Andrés, me bajo y toco el timbre. Andrés sale.
- Tengo los pedazos y las bolsas.- Dijo Andrés.
A mí no me gustaba la coca, solo me gustaba la ganya. Compré el pucho.
- Rafael que ya sale.- Me dijo.
Lo estaba esperando. Cuando oigo adentro y me pegó un olor a piedra y ya entendí lo que pasaba, además de escuchar comentarios.
- ¿Un paco afuera?-Preguntó alguien.
- Coño Andrés. ¿Por qué haces eso? – Preguntó otro.
- Es José, el de la banda tuya Rafael. Abre el hueco coño.
- Anda Rafa, compra otra piedra pa los dos, no tengo money mi tío.
- No te vuelvo a fiar mas.- Dijo Andrés.
- Tengo los pedazos y las bolsas.- Dijo Andrés.
A mí no me gustaba la coca, solo me gustaba la ganya. Compré el pucho.
- Rafael que ya sale.- Me dijo.
Lo estaba esperando. Cuando oigo adentro y me pegó un olor a piedra y ya entendí lo que pasaba, además de escuchar comentarios.
- ¿Un paco afuera?-Preguntó alguien.
- Coño Andrés. ¿Por qué haces eso? – Preguntó otro.
- Es José, el de la banda tuya Rafael. Abre el hueco coño.
- Anda Rafa, compra otra piedra pa los dos, no tengo money mi tío.
- No te vuelvo a fiar mas.- Dijo Andrés.
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